El ser humano aprende cuando toma el control de su propio aprendizaje, cuando aplica acciones de revisión, organización, evaluación y restructuración del material mental usando su propio estilo de aprendizaje y de aproximación al saber, a través de la toma de decisiones que le permitan mejorar, actuar, sugerir, plantear y demostrar; pero sobre todo enseñar a otros su conocimiento desde su propia experiencia, comenzando por la vivencia enriquecedora desde el otro y con el otro como posibilidad de crecimiento personal, institucional y comunitario...